Mente y Cerebro son dos realidades distintas aunque están muy relacionadas.
El mundo de la ciencia considera generalmente que la Mente es una consecuencia del Cerebro, pero hay corrientes de pensamiento que niegan esta dependencia e incluso sostienen que la Mente sobrevive al Cerebro.
Entre ambas inclinaciones hay numerosas experiencias cercanas a la muerte que han sido y son objeto de estudio para encontrarles explicación.
El conocimiento adquirido a lo largo de la vida parece que subyace en el Cerebro pero no está claro si la Mente aporta valores añadidos que no necesariamente están «escritos» en el Cerebro.
Hay en la actualidad varios proyectos en el mundo para alojar en un ordenador una réplica de la información de un cerebro humano. Tratan de analizar hasta que punto se puede externalizar la Conciencia y la Mente como camino hacia la inmortalidad.
También hay proyectos avanzados de inteligencia artificial que tratan de profundizar en la posibilidad de que lleguen a adquirir consciencia propia. No está claro si ambas aproximaciones llegarán a converger o cruzarán sus caminos y tendrán un desarrollo independiente.
Mente y Cerebro siguen entretanto siendo una realidad misteriosa. La nueva era de Singularidad que se prevé para las próximas décadas podrá dar una respuesta que puede que no sea definitiva.